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Verbo Ardiente: la bitácora de David

Demócratas, ¡Opinen!

Llamamos a los demócratas, a los filántropos, los humanistas, a los poetas que tantas loas cantan al imperialismo, a que respondan todas las acusaciones hechas contra el Gobierno de los Estados Unidos, que en contubernio con gobiernos títeres latinoamericanos y dictaduras, mató a miles de personas en diferentes aventuras genocidas, como el Plan Cóndor.
Y no podemos decir que todos los reunidos en La Habana sean comunistas o dependientes de la línea política de Fidel Castro; sí, hay muchos que profesan el Socialismo, otros son moderados, pero muchos simplemente fueron personas llevadas al Antimperialismo, por la propia política que los imperialistas aplicaron a sus países, familiares y a ellos mismos.
El problema no es Posada Carriles, él es solo una marioneta, lo importante son los titiriteros mayores que durante décadas movieron los hilos de los asesinos y secuestradores.
El señor Insulza tiene ahora la oportunidad, frente a la OEA, de remediar la vergüenza que significó para la humanidad el gobierno de Pinochet. Dice que debe trabajarse por la democratización de América, a partir de la Carta Democrática de la OEA.
Pienso que esta reunión de la organización se apruebe aplicarle medidas al Gobierno norteamericano porque no hay dudas de que en este momento está demostrado que es el principal violador de la Carta.
Si acaso les queda tiempo, los señores representantes de la OEA deberían echar un vistazo a otros países, donde parece hay problemitas con la democracia, como Nicaragua, El Salvador, Guatemala... No sigo, la lista es muy larga. Otra sugerencia, por si hay algún delegado honesto, debía preguntar qué pasó que la OEA nunca visitó a Lucio Gutiérrez y ahora quiere aplicarle la cartica al actual presidente.
Se que difícilmente puedan encontrar información de la reunión antiterrorista de La Habana en los grandes medios de comunicación del mundo, ni en CNN, AP, UPI, Reuters, AFP, y compañía, pero si no es mucho pedir visiten la prensa cubana en Internet, quítense la vendita de los ojos y lean, -eso no hace daño - aunque luego lo cotejen con esas personas que hicieron las denuncias al retorno a sus respectivos países.
A Luciérnaga, gracias por el estímulo.

Fidel reta a la OEA a que apoye la extradición de Posada

Fidel reta a la OEA a que apoye la extradición de Posada

Fidel reta a la OEA a que apoye la extradición de Posada

YURIS NÓRIDO Y ALINA MARTÍNEZ
4 DE JUNIO
No queremos saber nada de la OEA, aunque, ahora que piensan reunirse, le tenemos una proposición: que apoyen la extradición del terrorista Luis Posada Carriles a Venezuela, afirmó el Presidente cubano Fidel Castro en la clausura del encuentro internacional Contra el terrorismo, por la verdad y la justicia, que sesionó desde el jueves en La Habana.
También destacó las crecientes demandas internacionales de que el terrorista sea puesto en manos de la justicia venezolana y reclamó nuevamente que el gobierno de Estados Unidos ofrezca toda la información sobre la entrada y permanencia de Posada en ese país, un tema sobre el cual los voceros de la Casa Blanca han mantenido un silencio cómplice.
En un discurso improvisado ante el plenario, el mandatario cubano resumió los principales temas abordados en la cita, que reunió a unos 400 intelectuales, artistas, políticos, luchadores sociales y víctimas del terrorismo de más de sesenta países, y cerca de mil cubanos.
Destacó el hecho de que en las últimas horas la Comunidad del Caribe (CARICOM) exigió la extradición de Posada a Venezuela, algo que ya han hecho funcionarios de República Dominicana y México y varias personalidades del mundo.
Venezuela tiene todo el derecho a juzgar al criminal, tiene todo el prestigio que se ha ganado con su actitud, con su conducta, con su política integracionista. No hay mejor lugar del mundo para celebrar el más imparcial de todos los juicios, expresó.
Por el contrario, el sistema judicial de Estados Unidos mantiene encarcelados con ensañamiento a Cinco antiterroristas cubanos, separados en distintas cárceles, casi sin posibilidad de visitas de familiares, recordó.
Si los organismos de seguridad de esa nación se hubieran dedicado a cuidar su territorio y no a perseguir a estos auténticos luchadores contra el terrorismo, tal vez habrían evitado la tragedia del 11 de septiembre en Nueva York, que tanto les ha servido de pretexto para guerras genocidas; pues es conocido que 14 de los 19 responsables de la masacre se entrenaron precisamente en Miami, casi a la vista del FBI, recordó.
Nosotros buscamos la justicia, no la venganza, aseguró. El objetivo es acabar con la impunidad, obligar al imperio a que entregue a los esbirros que protege, que cumpla los acuerdos internacionales que ha suscrito.
Fidel destacó la unidad de criterios de los participantes en la cita, aunque lamentó que el tiempo no alcanzara para escuchar todos los testimonios de los presentes, algunos de los cuales recordó por el impacto que causaron en el auditorio y en el pueblo cubano que siguió en vivo por la televisión y la radio las sesiones realizadas en el Palacio de las Convenciones.
Anunció futuros encuentros, ante la necesidad de analizar los efectos del terrorismo económico y social que sufren los países pobres, quizás el más cotidiano de los terrorismos.
Sugirió que el capítulo cubano de la red de redes En defensa de la Humanidad -que convocó esta reunión- trabaje en la constitución de un Tribunal Permanente contra el terrorismo en el hemisferio.
Durante estos días hemos estado hablando de crímenes, de desaparecidos, torturas, de barbaridades increíbles que ocurrieron hace relativamente poco tiempo, reseñó el líder de la Revolución al referirse a los testimonios de víctimas de las dictaduras militares de Centroamérica y América del Sur.
Después de hacer un rápido recuento de diferentes etapas de la historia universal, Fidel concluyó que nunca antes se había visto tanta atrocidad, a pesar de que, supuestamente, el hombre es cada vez más civilizado. “Lo que aquí se ha mencionado no tiene nada que ver con la civilización”, aseguró.
La historia del terrorismo está relacionada con la historia del capitalismo, del imperialismo. Se refirió a los bombardeos atómicos de Hiroshima y Nagasaki, los experimentos nucleares con seres humanos, la criminal guerra de Vietnam, el sostenimiento de cruentas dictaduras militares, el derrocamiento de gobiernos populares en América Latina.
Tienen todas las ciencias al servicio de la muerte, capacidad para desatar guerras químicas y biológicas. Cuentan con instituciones tenebrosas para la represión, son expertos en inducir atentados, su presidente ha llegado a admitir en el Congreso la ejecución extrajudicial; y sin embargo no han logrado doblegar a los pueblos, afirmó.
Contrastó este panorama con la actitud de la Revolución Cubana. Aquí no ha habido un solo desaparecido, ni un torturado, ni un caso de un civil ni un prisionero muerto durante la guerra de liberación, ni se arrasaron aldeas de campesinos como lo han hecho ellos.
Mencionó que Cuba ha promovido iniciativas solidarias con países del continente, como el envío de médicos y educadores, la posibilidad de que jóvenes de esos países se formen como profesionales en la Isla. Destacó un plan, en conjunto con Venezuela, para que cien mil latinoamericanos puedan operarse en Cuba para recuperar la visión, totalmente gratis, incluyendo el pasaje.
Retomando el tema de la lucha contra el terrorismo, Fidel exhortó a los presentes a no perder un minuto. Reiteró que hay que extraditar y juzgar al terrorista Posada Carriles. Esperamos ganar la batalla con la ayuda del pueblo norteamericano, la opinión pública mundial y la infinita energía de las fuerzas progresistas.
Nadie podrá devolver la vida de los asesinados, ni borrar los años de sufrimiento de sus familiares. Pero nada será capaz de satisfacerlos tanto como que la justicia empiece a aplicarse, aseguró.
(Tomado de Trabajadores)

Palabras del Presidente de la República de Cuba, Fidel Castro Ruz, al inicio de la gran Marcha del Pueblo Combatiente contra el Terrorismo, el 17 de mayo de 2005

Palabras del Presidente de la República de Cuba, Fidel Castro Ruz, al inicio de la gran Marcha del Pueblo Combatiente contra el Terrorismo, el 17 de mayo de 2005

Compatriotas:



Desde el 10 de octubre de 1868 hasta hoy el pueblo de Cuba ha venido luchando por su independencia durante 137 años, frente al colonialismo español primero y a la política expansionista e imperialista de los gobernantes de Estados Unidos después.

Dentro de ese período, el primero de enero de 1959 alcanzamos por primera vez la plena soberanía política. El gobierno de la nación comenzó a ser ejercido plenamente por el propio pueblo cubano, que barrió la sangrienta tiranía impuesta desde el exterior. Desde entonces este noble y heroico pueblo no ha cesado de luchar un solo día defendiendo su derecho al desarrollo, la justicia, la paz y la libertad.

Por tan justa e irrenunciable aspiración, nuestro país ha sido objeto de la más prolongada guerra económica de la historia y de una incesante y feroz campaña de terrorismo que dura ya más de 45 años.

Uno de los primeros y más cruentos actos de esta índole fue la voladura del vapor La Coubre en el puerto de La Habana, que costó 101 vidas y centenares de heridos.

La invasión de Bahía de Cochinos el 17 de abril de 1961 por una fuerza militar organizada, entrenada y equipada por el gobierno de Estados Unidos, fue precedida por un ataque aéreo sorpresivo y traicionero, con aviones de bombardeo norteamericanos que portaban insignias de la Fuerza Aérea cubana. La tropa invasora se trasladó hasta nuestro territorio escoltada, custodiada y acompañada por unidades navales, aéreas y tropas de Estados Unidos que esperaban una cabeza de playa para desembarcar en poder de los mercenarios, para apoyar con la complicidad de la OEA un gobierno provisional que no tuvo ni siquiera tiempo para despegar de un aeropuerto en la Florida.

A su vez, desde los primeros años del triunfo, a lo largo y ancho del territorio nacional fueron diseminados grupos armados, que asesinaron a campesinos, obreros, maestros y alfabetizadores; quemaron viviendas y destruyeron centros agrícolas e industriales. Actos de sabotaje con fósforo vivo y explosivos se emplearon contra la población y la economía del país. Nuestros puertos, buques mercantes y pesqueros fueron objeto de constantes ataques. Instalaciones y personal diplomático en el exterior del país fueron víctimas de ataques con explosivos y armas de fuego. Funcionarios diplomáticos resultaron muertos, desaparecidos o mutilados. Aviones de pasajeros fueron hechos estallar antes del despegue o en pleno vuelo, como el de Barbados, el 6 de octubre de 1976, repleto de pasajeros, cuyos restos irrecuperables fueron a parar al fondo del mar, a cientos de metros de profundidad.

Enfermedades que afectaban ala vida de seres humanos, o la de animales domésticos y plantas destinadas al sustento del pueblo, fueron introducidas más de una vez en nuestro país.

Estas acciones fueron ideadas por los gobiernos y los servicios especiales de Estados Unidos, y sus autores entrenados por ellos.

El terrorismo en el más moderno y dramático concepto, con el apoyo de sofisticados medios técnicos y explosivos de gran potencia, fue creado y desarrollado por los propios gobernantes de Estados Unidos para destruir a nuestra Revolución, y no ha cesado un instante durante más de cuatro décadas, dentro y fuera de la Isla.

Orlando Bosch y Posada Carriles, los más sanguinarios exponentes del terrorismo imperialista contra nuestro pueblo, realizaron decenas de atroces acciones en numerosos países del hemisferio, incluido el territorio de Estados Unidos. Miles de cubanos perdieron la vida o quedaron mutilados como consecuencia de estas cobardes y abominables acciones.

Las mismas instituciones y servicios norteamericanos que entrenaron a los terroristas de origen cubano, entrenaron esmeradamente también, como es conocido, a los que organizaron el brutal ataque a las Torres Gemelas de Nueva York el 11 de septiembre del 2001, en el que varios miles de norteamericanos perdieron la vida.

Posada Carriles no solo participó junto a Orlando Bosch ―entonces jefe del CORU, organización creada por la CIA― en la destrucción del avión de Cubana, sino que después, durante muchos años, organizó decenas de planes de atentados contra la vida de los más altos dirigentes de la Revolución Cubana, e hizo estallar numerosas bombas en hoteles de turismo en Cuba, mientras Orlando Bosch, aparentemente prófugo de las autoridades norteamericanas, fue partícipe, junto a los cuerpos represivos de Augusto Pinochet, en el secuestro y el asesinato de importantes personalidades chilenas, como Carlos Prats y Orlando Letelier, o la desaparición de numerosos luchadores contra el fascismo en Chile, e incluso el secuestro y la muerte de diplomáticos cubanos. Desde la propia prisión en Venezuela ordenó a sus sicarios la realización de planes terroristas. Tan tenebrosos personajes actuaron siempre bajo las órdenes de los gobiernos y los servicios especiales de Estados Unidos, o eran (y han sido) ilegalmente exonerados de todo cargo y castigo, como es el caso del perdón otorgadodado a Bosch por el presidente George Bush (padre), o tolerada su presencia durante semanas enteras en territorio norteamericano, como ha hecho el actual Presidente de Estados Unidos con Posada Carriles, lo cual constituye una flagrante violación de las propias leyes del país por parte de quienes tienen la máxima responsabilidad de proteger al pueblo norteamericano de ataques terroristas.

Todos los actos terroristas de Posada Carriles, incluidos las bombas en los hoteles de turismo de La Habana y los planes de atentados, fueron financiados por los gobiernos de Estados Unidos a través de la tristemente célebre Fundación Nacional Cubano Americana, desde que fue creada por Reagan y Bush en 1981. Jamás se actuó con tanto engaño e hipocresía.

Esta no es una marcha contra el pueblo de Estados Unidos, como hemos dicho antes y lo reiteramos hoy; es una marcha contra el terrorismo, a favor de la vida y de la paz de nuestro pueblo y del pueblo hermano de Estados Unidos, en cuyos valores éticos confiamos.



¡Abajo el terrorismo!



¡Abajo las doctrinas y los métodos nazis!



¡Abajo el genocidio!



¡Abajo las mentiras!



¡Vivan la solidaridad, y la hermandad y la paz entre los pueblos!



¡Abajo las mentiras!



¡Viva la verdad!



¡Adelante, valientes soldados de nobles ideas, despreciando el temor, despreciando el inmenso poder del adversario, despreciando peligros, que la humanidad tiene ansias de justicia!

Key address by Commander in Chief Fidel Castro Ruz, president of the Republic of Cuba,at the opening of the great combative people’s march to oppose terrorism. May 17, 2005

Fellow Cubans:



For 137 years, from October 10, 1868 until today, the Cuban people has been fighting for its independence, first against Spanish colonialism and then against the imperialist, expansionist policies of US governments.

During that period, we achieved full political sovereignty for the first time on January 1, 1959 when, after sweeping away the bloody tyranny imposed from abroad, the Cuban people began governing the nation. Since then, this noble and heroic people have not failed one single day to defend its right to development, justice, peace and liberty.

Because of this fair and unremitting aspiration, our people have been subject to the longest economic war in history and to a pervasive, ferocious campaign of terrorism which has lasted more than 45 years.

One of the first and bloodiest of such acts was the bombing of the ship La Coubre in the Havana harbor killing 101 people and wounding hundreds more.

The April 17, 1961 Bay of Pigs invasion by a military force, organized, trained and equipped by the US government, was preceded by a surprise, treacherous air strike dealt by US bombers, with the Cuban air force insignia painted on them. The invading troops were brought to Cuba escorted, guarded and accompanied by US naval and air units and troops, which would wait for the mercenaries to establish a beachhead and then, with the complicity of the OAS, support a provisional government that did not even have the time to take off from a Florida airport.

Similarly, from the very first years of our triumph, armed groups were spread throughout the length and breadth of our land killing farmers, workers, teachers and literacy teachers, burning houses and destroying agricultural and industrial facilities. Acts of sabotage with white phosphorous and explosives were carried out against our country’s population and economy. Our ports, merchant and fishing ships were subject to constant attacks. Diplomatic legations and personnel abroad were the targets of attacks with explosives and fire arms.

Diplomats were killed, vanished or maimed. Passenger planes were blown up before they took off or in midair like the Barbados airliner on October 6, 1976, full of passengers whose remains lie beyond recovery on the bottom of the sea, hundreds of meters deep.

More than once, diseases affecting the life of human beings or that of domestic animals and plants necessary to provide food for the people were introduced into our country.

These acts were devised by US governments and their special services, and perpetrated by individuals trained by these.

The most up-to-date and dramatic conception of terrorism involving sophisticated techniques and high powered explosives was created and developed by US governments to destroy our revolution. Such terrorism has continued unrelenting, both inside and outside Cuba, for more than four decades.

Orlando Bosch and Posada Carriles, the most bloodthirsty exponents of the imperialists terrorism against our country, committed dozens of atrocious acts in numerous countries of this hemisphere, including the territory of the United States. Thousands of Cubans either lost their lives or were maimed as a result of these cowardly, loathsome acts.

The same US agencies and services which trained Cuban-born terrorists also carefully trained, as is common knowledge, those who organized the brutal attack on New York’s Twin Towers on September 11, 2001 in which some thousands of Americans lost their lives.

Posada Carriles, together with Orlando Bosch, —who was then the boss of the CORU, a CIA-created organization— was not only involved in destroying the Cubana airliner but for many years since then has organized dozens of attempts to assassinate the Cuban Revolution’s top leadership and was behind the numerous bombs that exploded in Cuban tourist hotels.

Meanwhile, Orlando Bosch, apparently a fugitive from US authorities, worked in conjunction with Augusto Pinochet's repressive forces to kidnap and murder well-known Chileans like Carlos Prats and Orlando Letelier, and to arrange the disappearance of numerous anti-fascist fighters in Chile as well as the kidnapping and death of Cuban diplomats. From his prison in Venezuela, he ordered his hired assassins to execute terrorist plans.

Such sinister characters always took orders from US governments and their special services; however, they have been illegally relieved of all charges and punishment. That is the case of the pardon granted to Orlando Bosch by President George Bush, sr. Likewise, the current US President has tolerated the presence of Posada Carriles on US soil for weeks in what constitutes a flagrant violation of that country’s own laws by those with the highest responsibility for protecting the US people from terrorist attacks.

All of Posada Carriles terrorist activities, including the bombs in Havana hotels and the assassination plans, were financed by US governments through the notoriously famous Cuban American National Foundation, from the time of its inception by Reagan and Bush in 1981. Never have people behaved with so much dishonesty and hypocrisy.

This is not a march against the people of the United States. As we have said before, and we insist here today, this is a march against terrorism and in favor of our people’s life and peace as well as that of our American brothers and sisters in whose ethical values we trust.

Down with terrorism!

Down with Nazi doctrines and methods!

Down with genocide!

Long live solidarity, fraternity and peace among the peoples!

Long live truth!

Let’s go forward, brave defenders of noble ideas, despising fear and the enormous power of the adversary, despising dangers; humanity yearns for justice!

Allocution de Fidel Castro Ruz, président de la République de Cuba, au début de la grande marche du peuple combattant contre le terrorisme, le 17 mai 2005

Compatriotes



Le peuple cubain n’a pas cessé de lutter depuis le 10 octobre 1868, soit cent trente-sept ans, d’abord contre le colonialisme espagnol, ensuite contre la politique expansionniste et impérialiste des dirigeants étasuniens.

C’est le 1er janvier 1959 qu’il a conquis pour la première fois sa pleine souveraineté politique et qu’il a commencé à devenir vraiment le gouvernement de la nation, après avoir liquidé une tyrannie sanguinaire imposée de l’étranger. Depuis, noble et héroïque, il n’a cessé de lutter un seul jour pour défendre son droit au développement, à la justice, à la paix et à la liberté.

C’est parce qu’il s’efforce de concrétiser une aspiration aussi juste et imprescriptible que notre pays a fait l’objet de la guerre économique la plus prolongée de l’histoire et d’une campagne de terrorisme féroce qui n’a pas cessé depuis plus de quarante-cinq ans.

L’un des premiers actes de cette nature et l’un des plus sanglants a été le sabotage du bateau la Coubre dans le port de La Havane, qui a fait cent un morts et des centaines de blessés.

L’invasion de la baie des Cochons, déclenchée le 17 avril 1961 par une force militaire qu’avait organisée, entraînée et équipée le gouvernement étasunien, a été précédée d’une attaque-surprise aérienne réalisée par des bombardiers étasuniens peints aux couleurs de nos propres forces de l’air. Les envahisseurs furent transportés jusqu’à notre territoire par des unités navales étasuniennes, escortées et protégées par des bâtiments, des avions et des troupes des USA qui attendaient l’occupation d’une tête de pont par des mercenaires, pour apuyer avec la complicité de l´OEA, un gouvernement provisoire qui n´a même pas eu le temps de quitter la Floride.

Par ailleurs, dès les premiers moments de la Révolution, des groupes armés furent disséminés dans tout le pays, qui assassinèrent des paysans, des ouvriers, des enseignants et des alphabétiseurs ; qui mirent le feu à des logements et détruisirent des centres agricoles et industriels. La population et l’économie du pays furent victimes de sabotage aux produits incendiaires et à l’explosif. Nos ports, nos cargos et nos bateaux de pêche furent aussi constamment attaqués. Des installations et des personnes diplomatiques à l’étranger firent l’objet d’attaques à l’explosif et aux armes à feu. Des fonctionnaires diplomatiques furent assassinés, enlevés ou mutilés. Nos avions de passagers ont fait l’objet de sabotages, et l’un d’eux explosa en plein vol au décollage de la Barbade, le 6 octobre 1976, engloutissant tous ses passagers en mer à des centaines de mètres de profondeur.

Des vecteurs attaquant la vie des êtres humains, ou celle des animaux domestiques et des plantes destinées à l´alimentation du peuple, ont été introduits à plusieurs reprises dans notre pays.

Ces méfaits ont été mis au point par les administrations étasuniennes et par leurs services secrets, et leurs auteurs ont été entraînés par eux.

C’est précisément pour détruire la Révolution cubaine que les dirigeants des Etats-Unis ont peaufiné et développé le terrorisme, au sens le plus moderne et le plus dramatique du terme, autrement dit celui qui recourt à des moyens, à des techniques et à des explosifs très puissants et perfectionnés, et ce terrorisme n’a pas cessé un seul instant depuis maintenant quarante-cinq ans, dans l’île et hors de l’île.

Orlando Bosch et Luis Posada Carriles, les représentants les plus sinistres du terrorisme d’Etat impérialiste contre notre peuple, ont réalisé des dizaines d’actions atroces dans de nombreux pays d’Amérique, y compris aux Etats-Unis. Des milliers de Cubains ont perdu la vie et sont restés mutilés à cause de ces actes d’une lâcheté abominable.

Les institutions et les services étasuniens qui ont entraîné les terroristes d’origine cubaine ont aussi entraîné avec soin, on le sait, ceux qui ont perpétré le 11 septembre 2001 la brutale attaque contre les tours jumelles de New York au cours de laquelle des milliers d’Etasuniens ont perdu la vie.

Posada Carriles n’a pas seulement participé aux côtés d’Orlando Bosch – alors chef de la Coordination des organisations révolutionnaires unies (CORU) fondée par la CIA – à la destruction de l’avion de passagers cubain ; pendant de nombreuses années, il a organisé sans succès des dizaines d’attentats contre les plus importants dirigeants de la Révolution cubaine et fait exploser de nombreuses bombes dans des hôtels touristiques cubains, tandis que Bosch, censément fuyard de la justice étasunienne, a participé aux côtés des organes de répression d’Augusto Pinochet, à l’enlèvement et à l’assassinat d’importantes personnalités chiliennes, comme Carlos Prats et Orlando Letelier, à la disparition de nombreux militants antifascistes chiliens, à l’enlèvement et à l’assassinat de diplomates cubains. Il a ordonné depuis la prison au Vénézuela à ses sicaires des plans terroristes. Ces sinistres personnages ont toujours agi aux ordres des administrations et des services secrets des USA, ce qui explique pourquoi ils ont constamment été exonérés de toute faute et de toute peine, pourquoi le président Bush père a gracié Orlando Bosch, et pourquoi le président Bush fils tolère depuis des semaines la présence aux Etats-Unis de Posada Carriles, en violation flagrante des lois de ce pays de la part de ceux qui ont la plus grande responsabilité de protéger le peuple étasunien d’attaques terroristes.

Toutes les actions terroristes de Posada Carriles, y compris les bombes posées dans des hôtels de La Havane et les plans d’attentat contre les dirigeants, ont été financées par les administrations étasuniennes à travers la sinistre Fondation nationale cubano-américaine, créée en 1981 par Reagan et Bush. On ne saurait agir d’une façon plus sordide ni plus hypocrite.

Cette marche, je l’ai dit et je le répète, n’est pas tournée contre le peuple étasunien : il s’agit d’une marche contre le terrorisme, en faveur de la vie et de la paix de notre peuple et du peuple étasunien frère aux valeurs morales duquel nous faisons confiance.



À bas le terrorisme !

À bas les doctrines et les méthodes nazies !

À bas le génocide !

À bas le mensonge !

Vivent la solidarité, la fraternité et la paix entre les peuples !

Vive la vérité !



En avant, courageux soldats des nobles idées, qui méprisez la crainte, qui méprisez l´inmense pouvoir de l´adversaire, qui méprisez les dangers : l’humanité a soif de justice

Plaza de la Revolución José Martí

Plaza de la Revolución José Martí

La Plaza de la Revolución José Martí, lugar de recuerdo de las grandes cosas en la historia de Cuba, con la presencia de 1 300 000 cubanos se erigió en el más gigantesco y extraordinario tribunal para juzgar la hipócrita e inmoral actitud del gobierno de los Estados Unidos, con la más clara, justa y precisa denuncia del Comandante en Jefe Fidel Castro.
Con el recuerdo del 15 de octubre de 1976, cuando Fidel en el mismo escenario pronunció la emotiva sentencia de “Cuando un pueblo enérgico y viril llora, la injusticia tiembla”, el líder de la invicta Revolución selló su documentada e irrebatible intervención.
Junto a los cubanos fueron participes de las palabras del Comandante en Jefe personalidades y luchadores de más de 60 naciones, que constataron las infinitas ansias de justicia de este pueblo cuyo único pecado es existir a 90 millas del gran imperio y que lo seguirá cometiendo.
En sus palabras iniciales Fidel enumeró los numerosos desaciertos de la política norteamericana hacia Cuba, como las ridículas falacias de la guerra cibernética, la gran mentira de las armas biológicas del desquiciado John Bolton, el fracaso de la guerra ideológica a la que sometieron el país centenares de emisoras que invadieron el espacio radio electrónico, la provocación de los mercenarios holgazanes de adentro, al servicio de las maniobras de la representación estadounidense en La Habana, con la deshonesta actuación de su ejecutivo en busca de una “expulsión” diplomática, cuando realmente requería un puntapié en el trasero.
De igual han fracasado las ardides diplomáticas, las económicas que pretendían impedir el uso del dólar por parte de Cuba y que por fin terminó desterrado del país y todos los planes para evitar que nuestro pueblo alcanzara la felicidad que justificadamente disfruta hoy.
El líder cubano recordó que los Estados Unidos volvió a acudir a su grosera política de colocar a Cuba en la lista de países terroristas, porque no apoya a su gobierno gansteril y genocida.
La denuncia cubana fue demoledora, porque la misma política agresiva de hoy se usó contra Viet Nam hace 30 años y el presidente George W. Bush retomó los conceptos nazis de guerra preventiva como las aplicadas, primero en Afganistán y después en Iraq, tomando como pretexto los sucesos del 11 de septiembre de 2001.
Este mismo presidente que pregona que hoy el mundo más seguro, parece que ignora que durante el pasado año hubo más actos terroristas que en el 2003. Y quedó desnuda la verdadera intención norteamericana de agredir a Iraq, porque al caer la mentira de las armas de exterminio masivo, se reveló que era una contienda de conquista en busca de su petróleo.
Fidel citó un cable con fecha del 29 pasado, donde George W. Bush ordenaba al Departamento del Tesoro entregar una generosa cifra de dinero de fondos cubanos congelados en Estados Unidos, para satisfacer a la Fundación Nacional Cubano Americana.
Esta acción impensada fue dada por la administración en los momentos que se encuentra implicada en la embarazosa situación por la presencia del terrorista Luis Posada Carriles, que Cuba ha denunciado reiteradamente al mundo.
Inmediatamente se concentró en la acusación a ese gobierno, que mientras casi 2 000 de sus soldados han muerto en la supuesta guerra contra el terrorismo, ha dado a la luz el monstruo que lleva en sus entrañas, con un parto retrasado para la madre y el propio hijo. Precisamente un individuo entrenado por ellos para matar.
En un recordatorio histórico, Fidel señaló que entre la voladura del avión cubano en Barbados con 73 víctimas inocentes y la muerte del joven italiano Fabio Di Celmo habían transcurrido 20 años, lo que demuestra como los Estados Unidos ha estado utilizando personas de la calaña de Posada Carriles por muchos años, con ataques piratas, agresiones, guerra económica y bloqueo que han constado la vida a miles de compatriotas.
Por eso dijo que es inmoral poner a Cuba en la lista de los países terroristas cuando debía estar en el primer lugar de la lista de los agredidos por ellos.
Al ofrecer noticias de las últimas 12 horas, expuso que después de 44 días, tienen más probabilidades de encontrar a Posada Carriles los medios de prensa norteamericanos en Miami, que el gigantesco Departamento de Seguridad Interna con sus más de 180 000 agentes, 15 agencias de inteligencia excesivos presupuestos.
Leyó declaraciones de los abogados del terrorista y de sus secuaces, que dicen estar fortaleciendo en equipo de la defensa, para luchar contra la solicitud de extradición hacia Venezuela, país al que legítimamente le corresponde enjuiciarlo, ya que Cuba en su momento declinó su derecho de justicia.
Fidel volvió a enunciar su propuesta de un tribunal internacional, absolutamente imparcial y en un lugar neutral. En la administración se buscan alternativas para llevar a Posada de manera secreta al exterior, y se sabe que El Salvador se niega a recibirlo. De todas formas el Comandante en Jefe expresó que lo anterior depende del recorrido de la Dama de la Diplomacia que busca democracia y gobernabilidad (Condoleezza Rice), cuando desconocen que tres países latinoamericanos cayeron en crisis en los últimos días.
Luego de ofrecer copiosa información de la prensa del lugar donde puede estar Posada Carriles, lo que hace, quienes lo protegen no se explica como el FBI no tiene un plan y ni siquiera vigila el sitio.
La malévola frase del terrorista cuando dijo que Fabio Di Celmo al morir estaba en el lugar equivocado, en el momento equivocado, ahora se hace extensiva a él y al presidente Bush.
Una muestra ofrecida por Fidel de la hipocresía de los estadounidenses, es que mientras guardan absoluto silencio, ya se sabe que el Departamento de Seguridad de la Patria recibió una petición de asilo, que incluso Posada reconoce lo difícil de la situación porque es confeso de sus crímenes y la primera vez que lo hizo fue cuando declaró a la prensa: “Pusimos la bomba ¿y qué?”.
La única oportunidad que le queda a ese gobierno es arrestar al asesino y deportarlo a Venezuela, donde se puede hacer un juicio con todas las garantías, por la alta eficiencia de sus tribunales.
El personaje realmente no tiene importancia, su importancia se debe a que se revelará toda la hipocresía y amoralidad de un imperio por sus crímenes, que traicionan su propia de historia, cuna de valiosos hijos que murieron luchando contra el colonialismo y contra el fascismo más tarde.
Preconizó que los norteamericanos un día se unirán a sus amigos latinoamericanos para luchar por la justicia, por al verdad y por la supervivencia de nuestra especie.
“Nunca olvidaremos este acto, nunca olvidaremos a nuestros hermanos del Sur, del Centro y del Norte. Porque todos los que hablamos español y portugués aprenderemos hablar inglés, y un día los que hablan inglés aprenderán el idioma de los latinoamericanos”.
Y al final dijo a los presentes, esta manifestación ha demostrado que esta humanidad tiene ansias de justicia como lo han demostrado ustedes hoy aquí.

Los del noveno círculo del Infierno

Dante Alighieri (1265-1321), poeta, prosista, teórico de la literatura, filósofo y pensador político italiano, en su Divina Comedia reservó el noveno círculo del infierno para los hombres más malvados de la historia de la humanidad, donde suponemos deben tener destinados sendos aposentos, el saudita Osama bin Laden y el cubano Luis Clemente Faustino Posadas Carriles.
Entre el latino, de 77 años, y el árabe de 48, hay un evidente denominador común: ambos han sido asalariados de la Agencia Central de Inteligencia y no precisamente en el área del pensamiento, sino en la especialidad de matar o mejor dicho, su especialidad es la práctica material del Terrorismo de Estado.
Ambos hombres, de credos muy opuestos, porque Posada se educó en el ambiente católico y Osama en el fundamentalismo islámico, aunque muy alejados de la verdadera enseñanza de sus religiones, manifiestan una misma filosofía política imperial, al servicio de los Estados Unidos de Norteamérica.
Los dos tienen un gran historial delictivo terrorista, que van desde supuestas pequeñas acciones, hasta crímenes masivos, como es el caso de Posada, autor de la voladura de un avión cubano en 1976, donde perecieron 73 civiles inocentes, una gran parte jóvenes esgrimistas que jamás pudieron mostrar sus medallas de campeones a sus padres.
Bin Laden, por su parte autor intelectual del sabotaje contemporáneo más espectacular, el 11 de septiembre de 2001 cuando utilizando aviones, también civiles, destruyó el World Trade Center, edificios conocidos como las Torres Gemelas, donde perdieron la vida más de 3 000 personas inocentes.
Hay otro denominador común fundamental, los dos están estrechamente vinculados al clan Bush, porque Posada es agente de la CIA desde que George Bush padre, expresidente de Estados Unidos, era jefe de esa tenebrosa agencia y de alguna forma tienen sobrados vínculos, como ahora los hay con George W. Bush, el actual presidente.
El jeque Muhammad bin Laden tuvo importantes negocios con la familia Bush e incluso, George Walker, el mandatario de hoy, fue copropietario junto a un hermano de Osama, de una Compañía petrolera llamada Arbusto.
Honestamente a los bin Laden no les fue muy bien en ambos negocios, porque el padre murió en los Estados Unidos, en un inexplicable accidente de helicóptero en 1968, mientras que su hijo tuvo grandes pérdidas financieras en su sociedad con George, que al final del desenlace, dicen, atesoró jugosa ganancia.
El increíble Bambi

Posada, al que llaman Bambi, es lo más alejado de esa bella historieta de Walt Disney, publicada en 1942, sin embargo también lo denominan El Cazador, un nombre que se aviene con su historial delictivo, porque según documentos confiables, él además de otras cacerías, estaba entre los que asesinaron al presidente norteamericano John Frigerald Kennedy.
El general retirado Fabián Escamante, ex Jefe de la inteligencia cubana, reveló cómo Posada Carriles y Guillermo Novo Sampoll estuvieron involucrados en ese crimen, lo que ha demostrado con suficiente material publicado en sus libros.
Por si esto fuera poco Wim Dankbaar, un negociante holandés que financió nuevas investigaciones sobre la muerte de Kennedy, con la colaboración de agentes jubilados del FBI, y quien promueve un documental sobre el tema, indicó cómo uno de los tres individuos arrestados por la policía de Dallas poco después del crimen es Luis Posada Carriles, situado en Dealey Plaza, en Dallas, cuando es ejecutado el magnicidio.
"Desde la adolescencia –Posada- es aficionado a la caza y la pesca, la bebida y el juego, la defensa personal y el uso de armas de fuego, así como a la confección de artefactos explosivos rudimentarios", escribió el investigador cubano Julio Lara Alonso, ya fallecido especialista del Laboratorio Central de Criminalística del ministerio cubano del Interior (Minint), en su libro "La verdad irrebatible sobre el crimen de Barbados".
Él nació y vivió en la ciudad de Cienfuegos, donde cursó la enseñanza primaria en colegios religiosos regidos por jesuitas y maristas y luego llevó los estudios de secundaria de manera simultánea con los de químico azucarero en un colegio de los religiosos dominicos y como químico laboró brevemente en varios centrales azucareros de su provincia y después estableció un negocio de insecticidas. Naturalmente, su profesión de químico le aseguró un luminoso futuro como expertos en explosivos de la CIA.

Osama bin Laden

Nació en 1957 en Djedda, Arabia Saudí, de padre yemení y madre originaria de Siria. Era hijo del humilde estibador que logró convertirse en el mayor contratista de obras de Arabia Saudita.
Su madre, según se dice, no era la esposa favorita de Muhammad bin Laden, quien tuvo 54 hijos con 11 esposas. Uno de ellos fue Osama bin Laden. Osama, fue educado por preceptores privados, tuvo una infancia y juventud dorada, codeándose con los hijos de los príncipes saudíes.
Con 13 años, - al morir su padre- heredó 80 millones de dólares. Durante sus estudios en la Universidad de DJedda, estuvo influenciado por uno de sus profesores, el fundamentalista islámico Sheik Abdullah Azzam, empeñado en la liberación de la causa islámica de la dominación extranjera.
Después de graduado de ingeniero abandonó su empresa y escribía violentas diatribas contra los comunistas. En 1980 empieza a reclutar guerrilleros pro afganos y establece sus primeros campamentos. Fue entrenado por la CIA y aprendió cómo mover dinero a través de sociedades fantasmas y paraísos fiscales; a preparar explosivos; a utilizar códigos cifrados para comunicarse y a ocultarse.
En esa época los Estados Unidos aportaban su ayuda incondicional a todos los grupos afganos debido a su participación en la guerra contra la URSS (entre 1979 y 1989 los norteamericanos entregaron cerca de tres mil millones de dólares a la resistencia afgana, que favoreció a Bin Laden, y cerca de 35.000 combatientes, procedentes de 40 países, fueron formados como guerrilleros en los campos de entrenamiento situados a lo largo de la frontera con Pakistán).
En 1988 funda Al Qaeda, La Base, en árabe. La mayoría de sus miembros son veteranos de la guerra de Afganistán. Los negocios y sus relaciones con los norteamericanos no le fueron bien y entonces empezaron las discrepancias, que lo llevaron a su guerra contra Occidente, por lo que su organización estableció como objetivos prioritarios el ataque a EEUU y sus aliados en Oriente Próximo. Bin Laden es el presunto responsable también de los atentados norteamericanos de Nairobi y Dar es Salam, que provocaron 263 muertos en 1998, y del ataque contra el crucero US-Cole en Adén en octubre de 2000, con 17 muertos.

Cronología mínima de Posada Carriles
1959. Se vincula a grupos contrarrevolucionarios cubanos que protagonizan diversos sabotajes en la Isla.
1960. Se asila en la embajada de Argentina en la capital cubana, alegando ser un perseguido político.
25 de febrero de 1961. Viaja con salvoconducto a Miami. Una semana después se vincula por órdenes de la CIA con las organizaciones contrarrevolucionarias que se preparan para la invasión a Playa.
1965. Un memorando desclasificado por la CIA ubica a Posada Carriles junto a Jorge Más Canosa en Veracruz, México, en el intento de volar en ese puerto un barco soviético.
1967-1976. Trabaja simultáneamente por orientaciones de la CIA para los servicios secretos de Venezuela, Guatemala, El Salvador, Chile y Argentina.
1971. Organiza un intento de asesinato al Comandante en Jefe Fidel Castro, aprovechando un viaje del líder cubano a Chile, Perú y Ecuador.
21 de enero de 1974. Está implicado en la colocación de artefactos explosivos en las embajadas cubanas en Argentina, Perú y México.
Julio de 1974. Envía cartas y libros con bombas a varios consulados de Cuba en América Latina.
7 de noviembre de 1974. Ubica bombas en el Instituto de Estudios Brasileños y en la Embajada de Bolivia en Ecuador.
1976. Funda, junto a Orlando Bosh, el Comité de Organizaciones Contrarrevolucionarias Unidas (CORU).
22 de abril de 1976. Involucrado en la detonación de una bomba contra la Embajada de Cuba en Portugal, hecho en el que pierden la vida dos funcionarios diplomáticos cubanos.
1ro. de julio de 1976. Pone una bomba en el Centro Cultural Costa Rica-Cuba, en Costa Rica.
9 de julio de 1976. Bomba en equipajes de vuelo de Cubana de Aviación en Jamaica.
10 de julio de 1976. Bomba en la Oficina de la línea aérea Cubana de Aviación, en Barbados.
11 de julio de 1976. Bomba en las oficinas de la Air Panamá, en Colombia.
4 de octubre de 1976. El CORU se adjudica haber colocado una bomba contra un canal de televisión en San Juan, Puerto Rico, donde se proyectaba la película cubana La Nueva Escuela.
6 de octubre de 1976. Luis Posada Carriles es identificado como el principal planificador y autor intelectual, junto a Orlando Bosh Ávila, del atentado contra un avión cubano en pleno vuelo. Permanece preso en una cárcel venezolana a la espera del fallo de un dilatado proceso judicial.
18 de agosto de 1985. Durante un cambio de guardia, Posada, vestido con una chaqueta negra sale por la puerta de la prisión. Después de 15 días en Caracas, es trasladado a Aruba, en un barco camaronero. De allí vuela en un avión privado a Costa Rica y posteriormente a El Salvador. Todas las operaciones son financiadas por la Fundación Nacional Cubano Americana e indirectamente por la CIA.
1992. La Fundación Nacional Cubano Americana crea una “comisión de seguridad” o “ala militar”, encargada de preparar y ejecutar acciones terroristas contra Cuba y sus principales líderes. El grupo ha sido presidido por diferentes directivos como Alberto Hernández, Luis Zúñiga Rey, Horacio García, Roberto Martín Pérez y Francisco José Hernández, actual presidente de la FNCA. En estas actividades participan activamente Guillermo e Ignacio Novo Sampoll y Luis Posada Carriles.
1994. Posada Carriles viaja a Cartagena de Indias, Colombia, donde organiza un atentado fallido contra el Comandante en Jefe Fidel Castro, en momentos en que este recorría el casco histórico de la ciudad junto al Premio Nobel de Literatura, Gabriel García Márquez.
1994-1997 Se dedica a reclutar una red de mercenarios de diferentes países centroamericanos para ejecutar atentados terroristas contra diversos objetivos en Cuba, especialmente en el sector turístico.
12 y 13 de julio de 1998. Luis Posada Carriles, en entrevista con el diario The New York Times se adjudica la autoría de los ataques con bombas a instalaciones turísticas cubanas y afirma que son financiados por la Fundación Nacional Cubano Americana (FNCA).
5 de noviembre de 2000. Arriba a Panamá con pasaporte salvadoreño a nombre de Franco Rodríguez Mena, uno de sus alias para organizar un atentado con explosivos en el Paraninfo de la Universidad Nacional, donde hablaría Fidel.
17 de noviembre de 2000. Es detenido por las autoridades panameñas junto a Gaspar Jiménez Escobedo, Pedro Remón y Guillermo Novo Sampoll. Los implicados en el caso son condenados a penas entre ocho y cuatro años de cárcel.
26 de agosto de 2004. La entonces presidenta de Panamá, Mireya Moscoso, indulta a los cuatro terroristas. Ese mismo día, en la madrugada, tomando extremas precauciones, los cuatro son extraídos de la prisión “El Renacer” y conducidos al aeropuerto de Albrook, donde toman una avioneta hasta el aeropuerto de Tocumen.

¡WANTED! !Se Busca!

¡WANTED!      !Se Busca!

Connotado asesino: destruyó avión civil cubano en pleno vuelo, con 73 personas a bordo; autor de bombas en hoteles de La Habana; organizador de todo tipo de acto terrorista, incluso hasta en los Estados Unidos; intentó asesinar al presidente Fidel Castro durante una cumbre en Panamá.
Trabajó para la Agencia Central de Inteligencia, cazaba revolucionarios en Venezuela cuando fue miembro de la DISIP ( su Policía Política antes que en el país se recobrará la vergüenza); participó en el tráfico de drogas en Centroamérica para dotar de armas a la contrarrevolución que luchaba contra el Sandinismo.
El prófugo de la justicia se llama Luis Posada Carriles, y tiene una pila de seudónimos, de raza blanca y problemas con la dicción. No se ofrece recompensa en dinero, porque la basura nadie la paga; cualquier información sobre su paradero hágala pública donde pueda. No se la dé a Estados Unidos, porque el trabaja para ellos.
Fue empleado de la CIA cuando el padre del actual presidente George Walker Bush, era jefe de esa Agencia. Además ha trabajado para otras agencias del Gobierno Federal, al igual que la familia Bin Laden.
En estos momentos se encuentra en Miami, aunque el todopoderoso FBI no se ha enterado, ni tampoco las restantes 14 agencias de Seguridad que forman el gran súper ministerio antiterrorista de los Estados Unidos.
Es un activo empleado de la Fundación Nacional Cubano Americana, que lo utiliza para el trabajo sucio, que debe ser todo, porque ahí no se hace nada limpio.
Aunque parece un anciano inofensivo, de sus 77 años lleva 77 haciendo daño. Dicen sus voceros que si le dan asilo político en Miami va a seguir poniendo bombas y matando, hasta acabar con el comunismo.
Por favor no decir nada a Bush, que se acompleja. Él declaró una vez que “el que proteja a un terrorista, es terrorista”.