La normalidad, palabra clave

La único inusual este martes en Cuba fue que en todos los centros de trabajo se celebraron actos de apoyo a Fidel y al contenido de su proclama, donde delega provisionalmente sus responsabilidades en el Segundo Secretario del Comité Central del Partido, General de Ejército Raúl Castro y en otros dirigentes partidistas y del gobierno.

El propósito de estos encuentros de obreros, intelectuales, artistas, campesinos y militares, entre otros, que ocurrieron desde las oficinas, surcos agrícolas, talleres y fábricas, además de expresar el deseo por la pronta recuperación del Jefe, fue ratificar el apoyo al General de Ejército Raúl Castro y a los demás cuadros de la Revolución que conducirán provisionalmente los destinos del país.No se trata de una transición, palabrita muy gustada en los Estados Unidos, simplemente se delegan las responsabilidades en valiosos e históricos dirigentes revolucionarios que continuarán tareas en las que habitualmente han trabajado de manera muy estrecha con el Comandante en Jefe.Raúl Castro históricamente ha compartido el mando de la Revolución junto al máximo líder, pero no desde ahora, sino desde los preparativos del Moncada hace más de medio siglo.Está demostrado que el pueblo marchará junto a la dirección del Partido lo mismo con Fidel que con Raúl, y las Fuerzas Armadas, junto al pueblo son el principal protagonista de la defensa de la nación.Y quizás parezca inusual, pero realmente no lo es, en los centros de producción, servicios, docencia y unidades militares cubanas es muy común celebrar encuentros lo mismo para festejar que para ofrecer una información de interés general.Así que la normalidad es la palabra clave en las calles cubanas, desde la Capital con su inmensa población flotante, como en las provincias, hasta donde llegan los latidos del corazón del país, pero sin nerviosismo ni premura; responsables y serenos, así están los cubanos.Quizás la gran prensa norteamericana las silencie, al igual que sus competidoras en el primer mundo, pero es increíble la cantidad de mensajes que llegan a Cuba haciendo votos por la recuperación de Fidel.